Notas necrológicas

El rey ha muerto. Vive el legado del rey

Nevin S. Scrimshaw (1918 – 2013)

Las ciencias básicas del metabolismo y los nutrientes emergieron durante las primeras décadas del Siglo XX. Luego, surgió una interrupción con la Gran Guerra en Europa y El Pacífico. Después de la guerra surgió la conciencia de que la malnutrición era un problema generalizado en todos los lugares del mundo en desarrollo, incluyendo Centro y Sur América. La era inmediata a la post-guerra condujo a un enfoque en nutrición humana y científicos nutrólogos, usualmente médicos, trajeron el cúmulo de la ciencia nutricional a la nutrición humana aplicada. Latinoamérica produjo una serie de eminencias en este campo en los años siguientes a la guerra. Para mencionar a los más destacados: Miguel Layrisse y José María Bengoa en Venezuela, Federico Gómez y Joaquín Cravioto en México, George Graham en Perú, Roberto Rueda-Williamson en Colombia, Fernando Monkeberg en Chile. Todos los notables anteriormente mencionados eran médicos, usualmente pediatras, y con algunas excepciones, su enfoque era la malnutrición protéico-energética. Con la excepción de José María Bengoa, quien migró de la zona Vasca de España para nacionalizarse venezolano, todos son nativos de los países donde ellos laboraban.

La fundación de Las Nacional Unidas en 1945 sería un momento decisivo en la historia de los países en vías de desarrollo. Cuando la Organización Mundial de la Salud fue establecida, en 1948, se incluyó dentro de ella a la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Un año después, el 14 de septiembre de 1949, la OPS estableció en la Ciudad de Guatemala, un centro regional para manejar los problemas de alimentación y nutrición del Istmo Centroamericano: el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP). Su director-fundador fue un norteamericano de 31 de años llamado Nevin Steward Scrimshaw. Nacido en Wisconsin, para su grado doctoral se educó en bioquímica en Boston, Massachussetts, y se entrenó como médico en Rochester, Nueva York. Así mismo, se especializó en obstetricia en Rochester, y practicó su profesión con las fuerzas armadas estadounidenses en la zona del Canal de Panamá, cuando fue reclutado. A través de los 12 años siguientes, tomaría el escenario junto con el reparto anteriormente mencionado y creó los cambios en la forma que se trataba y prevenía la malnutrición, así como en la forma en que se entendían las causas del estado nutricional deteriorado. De hecho, hasta que se mudó al Instituto de Tecnología de Massachussetts en 1962, dejaría la huella más grande y proyectaría la mayor iluminación en el escenario de la nutrición humana en la Región Latinoamericana.

Sus intereses clínicos fueron anemia, el bocio endémico y más especialmente la malnutrición proteicoenergética. Trabajando con sus colegas médicos Moisés Behar y Fernando Viteri, caracterizó los cuados de Kwashiorkor y Marasmo en Centroamérica; además, fue pionero en el tratamiento y regímenes de realimentación para lograr una recuperación segura. También hizo notables contribuciones en tecnología de alimentos. Trabajando con el Dr. Moisés Behar y el bioquímico, Guillermo Arroyave, pudo demostrar que el yodato de potasio era mucho más satisfactorio que el yoduro de potasio para la yodización de la sal gruesa y húmeda de la región. Trabajando con el Dr. Ricardo Bressani, un científico de alimentos, participó en el desarrollo del suplemento proteico de base vegetal más famoso (Incaparina), para el tratamiento y prevención de la malnutrición severa.

Como médico (MD) y bioquímico (PhD) arribó a la dirección del INCAP, se convirtió en sanitarista y allí realizó su contribución conceptual más eminente a la nutrición y salud de la región y del mundo. Se tomó un año sabático del INCAP en 1957-58 y regresó a Boston y a Harvard para obtener el grado de Maestría en Salud Pública (MPH). Su asesor fue el distinguido epidemiólogo Prof. John Gordon y su trabajo de Tesis para la maestría fue sobre la interacción de nutrición e infección. Esto llegó a una publicación en el American Journal of Medical Sciences, con un título (en Inglés) “Interactions of Nutrition and Infection” (1959), más tarde se extendió y se publicó en 1968 como monografía con el mismo título por la Organización Mundial de la Salud. Con este paradigma, el Dr. Scrimshaw creó un sistema para entender los orígenes de la desnutrición más allá de la falta de alimentos. Esto es relevante, como ejemplo, a las manifestaciones del SIDA.

Se cuenta dentro de sus muchos logros, haber alcanzado el pináculo de “Institute Professor” en MIT. El doctor Scrimshaw ejerció como Presidente de la International Union of Nutritional Sciences, y como Vice-rector de la United Nations University (UNU) para el Programa de Alimentación y Nutrición. En 1991, recibió el World Food Price ( “Premio Nóbel de la Nutrición”) y utilizó el componente monetario del premio para fortalecer a la International Nutrition Foundation (INF), que fue fundada en 1982. Ésta pasó a ser la Nevin Scrimshaw International Nutrition Foundation (NSINF) en una ceremonia en el 19º Congreso Mundial de Nutrición celebrado en Bangkok, Tailandia en 2009. La fundación es la sede de publicación del Food and Nutrition Bulletin (FNB), del cual fue Editor en Jefe y más tarde, Editor Emeritus.

También es notable su legado educacional en el área de lo que hoy llamamos formación de capital humano. Esto se inició en Guatemala con la promoción de la formación profesional de Behar, Viteri, Arroyave, Bressani y un sinnúmero de otros profesionales en Centro América. Con la UNU el doctor Scrimshaw pudo implementar el programa de becarios UNU. De la región, Alejandro O´Donell, Benjamín Caballero de Argentina y Hugo Amigo y Héctor Araya de Chile, fueron beneficiarios notables. De su experiencia de vida personal, Scrimshaw creía que los médicos podrían convertirse en buenos científicos es decir, -con apropiado entrenamiento en el método científico-. En el MIT, estableció un programa único para doctorados al nivel de PhD para aquellos que ya eran médicos. Beneficiarios destacados de este programa de la región fueron: Ricardo Uauy de Chile, Benjamín Torún de Guatemala y Benjamín Caballero de Argentina; todos ellos se convirtieron en líderes en el mundo de la nutrición humana. La INF fue el soporte financiero de los Talleres de Liderazgo en Nutrición en América Latina, y Nevin asistió al V taller en Santiago de Chile en el 2009. Más recientemente en el nuevo milenio, Nevin Scrimshaw y Ricardo Uauy crearon el programa de becas con una donación de la Ellison Medical Foundation. Esto permitió al chileno José Galgani hacer su entrenamiento post-doctoral en Louisiana, Estados Unidos; a Camila Corvalán de Chile conseguir su PhD en la Emory University en Georgia, Estados Unidos; y a Mónica Orozco de Guatemala obtener su doctorado en la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá, entre otros.

Su salud empezó a deteriorarse en años recientes, pero le permitió completar su proyecto épico final, la publicación como un suplemento del FNB en marzo del 2011 sobre la historia del INCAP; contribuyó con 5 artículos. Al tiempo de su deceso tenía 19 días de haber cumplido 95 años y estaba escribiendo sus memorias.

En lo personal, Nevin Scrimshaw fue mi amigo y mi mentor. Fue mi jefe en mi tiempo como Profesor Asociado en el Departamento en MIT. La NSINF ha permitido el funcionamiento del CESSIAM en Guatemala. Su fallecimiento es una perdida personal para muchos en la Región y una pérdida del hombre legendario de la nutrición humana de todos los tiempos.

Noel W. Solomons MD
Director Cientifico de CESSIAM
Director para Centro América de la NSINF

El arte y la ciencia despiden a don Cecilio

Cecilio Morón Jiménez (1945-2013)

Cecilio Morón Jiménez, de reconocida trayectoria en los campos de la ciencia médica y el arte, falleció en la madrugada del 11 de enero de 2013 en su ciudad natal, Salta, Argentina, a los 68 años, luego de una corta enfermedad.

El Dr. Morón Jiménez cursó sus estudios primarios y secundarios en Salta, en la Escuela Urquiza y en el Colegio Nacional. Se graduó de médico por la Universidad Nacional de Córdoba y obtuvo el máster en Nutrición Humana por el INCAP de Guatemala. Se desempeñó como médico en el Hospital Oñativia y fue decano y profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Salta, casa en la que diseñó la Licenciatura en Nutrición. Durante largos años, fue Oficial Regional de la FAO, en el área de nutrición y alimentación, lo que lo llevó a residir en el exterior. Desde su posición en la Oficina Regional de la FAO contribuyó notablemente a lo que es en la actualidad la Red Latinoamericana de Composición de Alimentos, LATINFOODS. Aún ya retirado de la FAO, seguía en forma muy cercana el desempeño de la Red de la cual formaba parte del Consejo Asesor.

Una vez retirado, regresó a Salta, donde se dedicó de lleno a su otro gran interés: el arte. Había estudiado pintura en Chile y se perfeccionó en Salta, en el Taller de las Artes. Su obra mereció el primer premio en la exposición 2011 del Círculo Médico de esta capital. Al mismo tiempo, volvió a participar de los conciertos del Mozarteum Argentino-Filial Salta, institución a la que se había asociado cuando esta comenzara su actividad. A su regreso, tuvo una importante participación como socio colaborador de la Comisión Directiva, como integrante de esta y, finalmente, fue elegido presidente del Mozarteum Salta para el periodo 2010-2012. En él cumplió una destacadísima labor, en especial durante la Temporada 2011, correspondiente al 30 aniversario de la fundación de la Filial. Fue un motor incansable de las actividades del Mozarteum Salta. Fueron para destacar su inagotable capacidad de trabajo y su energía, así como la hospitalidad y la cordialidad que marcaron su relación con los artistas que visitaron esta ciudad. Especial mención reclama su gran capacidad de gestión, que permitió llevar adelante a la institución, a veces, en circunstancias de tránsito difícil. Su rectitud, su compromiso y su gran amor por la ciencia, el arte y la naturaleza quedarán en el recuerdo de cuantos tuvieron el privilegio de compartir su camino.

Lo extrañaremos y recordaremos siempre

Dra. Norma Sammán
Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, UNT-CONICET.
Tucumán, Argentina