La nutrición en el siglo XXI, una cuestión de equilibrio

Balance energético y composición corporal

Gregorio Varela Moreiras

Universidad CEU San Pablo, Madrid, España

Introducción/objetivos: El balance energético o equilibrio energético se refiere “simplemente” a que debemos ingerir la misma cantidad de energía que gastamos. Energía ingerida en la dieta = energía gastada en funciones vitales y en actividades. Conocer el concepto de balance energético y aplicarlo a nuestras vidas es quizá el factor más importante para mantener una buena salud y tratar de prevenir la obesidad. Sin embargo, la teoría no es sencilla aplicarla ya que, por un lado, en este siglo XXI desconocemos todavía en gran medida lo que comemos, en definitiva, nuestra dieta. Y ésta es cada vez más compleja, con una enorme variedad de productos en el mercado, que varían en tamaño, presentación, olor, color, textura, etc., lo que dificulta sin duda controlar adecuadamente este lado de la balanza, la ingesta. Pero además, en el otro lado, el correspondiente al gasto energético, aún es peor conocido y hay muy escasa información en la cuantificación adecuada del mismo. Debe recordarse, además, que no debemos estudiar aisladamente los componentes del balance energético, sino de manera integrada, y como interaccionan uno sobre el otro. Estamos habitualmente, al menos a corto o medio plazo, en situación de un continuo desequilibrio energético, y por ello entender mejor el propio concepto de BE, sus componentes, o como nuestro organismo almacena energía, o como la gasta, resulta fundamental a nivel individual, pero también para desarrollar estrategias de salud pública para prevenir el fenómeno de la obesidad. Por todo lo anterior, recientemente hemos desarrollado el Estudio ANIBES (“Antropometría, Ingesta, y Balance Energético en España”),en el que por primera vez se han evaluado de manera integral diferentes determinantes del BE, y aplicando para su cuantificación nuevas tecnologías que nos permitieran una aproximación lo más “real” posible a la ingesta dietética y la actividad física de la población española. Desarrollo: En primer lugar, y como principio fundamental, reducir la obesidad implica modificar ambos, ingesta energética y gasto por actividad física, y nunca enfocarlo de manera individual. Y es que hoy la evidencia científica nos dice que el ajustar la ingesta energética a un nivel elevado de gasto por actividad física, parece ser lo más adecuado. Recordemos que nuestro entorno en la actualidad es claramente sedentario, por lo que en el pasado era plausible, no lo es en la actualidad. Pensemos además que si optamos por ir restringiendo nuestra ingesta de energía progresivamente sin modificar nuestro gasto por actividad física, corremos el riesgo de situarnos ante un patrón de dieta con baja densidad nutricional, afectándose fundamentalmente los micronutrientes, con ingestas insuficientes o subóptimas. Pese a que anteriormente diversos estudios científicos han evaluado la calidad global de la alimentación española, identificando los patrones alimentarios así como el estado nutricional de la población, hasta la fecha no se había analizado el BE de manera integral, así como sus determinantes. El desarrollo del estudio científico ANIBES (“Antropometría, Ingesta y Balance Energético en España”) supone poder evaluar la ingesta y gasto energético de macronutrientes, así como los datos antropométricos y el comportamiento alimentario de la población por primera vez en un estudio en España. Además, los datos se han calculado para distintos subgrupos de alimentos, de tal forma que se pueda tener una visión más real, con la amplia variedad de productos alimenticios que se ofertan en el mercado y poder adoptar criterios que permitan establece consumos adecuados de todos los alimentos e incorporarlos, junto con la actividad física, al balance energético para poder obtener un estilo de vida saludable. Se trata, además, de la primera vez que una investigación de estas características emplea herramientas novedosas (como dispositivos tablets para el registro de alimentos y bebidas y acelerómetros para validar y cuantificar el nivel de actividad física) para obtener información precisa sobre la ingesta de energía y alimentos, hábitos alimentarios, comportamiento y datos antropométricos de la población española, así como el gasto de energía y patrones de actividad física. Referencias: Hill JO; Wyatt H.R.; Peters, J.C. Energy balance and obesity. Circulation. 2012, 126, 126-32. Varela-Moreiras, G.; Alguacil Merino, L.F.; Alonso Aperte, E.; Aranceta Bartrina, J.; Avila Torres, J.M.; Aznar Laín, S.; Belmonte Cortés, S.; Cabrerizo García, L.; dal Re Saavedra, M.Á.; Delgado Rubio, A.; et al. Obesity and sedentarism in the 21st century: What can be done and what must be done? Nutr. Hosp. 2013, 28, 1–12, doi:10.3305/nh.2013.28.sup5.6913. Ruiz, E.; Ávila, J.M.; Castillo, A.; Valero, T.; del Pozo, S.; Rodriguez, P.; Aranceta Bartrina, J.; Gil, A.; González-Gross, M.; Ortega, R.M.; et al. The ANIBES Study on Energy Balance in Spain: Design, Protocol and Methodology. Nutrients 2015, 7, 970–998. Ruiz E, Ávila JM, Castillo A, Valero T, del Pozo S, Rodriguez P, Aranceta-Bartrina J, Gil A, González-Gross M, Ortega RM, Serra-Majem Ll, Varela-Moreiras G. Energy Intake, Profile, and Dietary Sources in the Spanish Population: Findings of the ANIBES Study. Nutrients, 2015;7:4739-4762.