Provitamina A en Iberoamérica: fuentes dietéticas y biodisponibilidad de carotenoides

Biodisponibilidad de carotenoides provitamínicos

Begoña Olmedilla Alonso

Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición-ICTAN, Madrid, España

plantas de importancia nutricional por su contribución a la ingesta dietética de vitamina A y también, porque su elevado consumo se asocia con un menor riesgo de diversas enfermedades crónicas. Las tablas de composición de alimentos (TCA) tradicionalmente incluyen datos de carotenoides con actividad provitamínica, frecuentemente como la suma de acaroteno, b-caroteno y b-criptoxantina, y solo en algunas se muestran de forma individualizada. Además del contenido de carotenoides en los alimentos, es de gran importancia su biodisponibilidad, que representa la cantidad de carotenoide que está disponible para su absorción, metabolismo o almacenamiento. Aunque esta información es de gran relevancia para establecer programas de intervención nutricional eficaces, los datos existentes suelen ser de difícil comparación y no están incluidos en las TCA. Por otra parte, la biodisponibilidad depende de muchos factores, tanto intrínsecos al sujeto (ej. estado fisiológico, sexo, edad), como ambientales y dietéticos (ej. tipo de carotenoide, cantidad ingerida, interacciones con otros componentes dietéticos, matriz alimentaria) (Maiani et al., 2009). En la biodisponibilidad, se pueden diferenciar aspectos de bioaccesibilidad (cantidad liberada del alimento durante la digestión que está disponible para absorción) y de bioconversión (cantidad transformada en formas activas). Las estimaciones de ingesta de vitamina A, de amplio uso en el ámbito de la salud pública, utilizan dos formas de expresión de la actividad vitamínica, los equivalentes de retinol (RE, retinol equivalents, (μg/día) = retinol+ (β-caroteno/6) + (α-caroteno/12) + (β-criptoxantina/12) (WHO/FAO, 2002) y otra más reciente, los equivalentes de actividad de retinol (RAE, retinol activity equivalents) (IOM, 2001), en la cual la contribución de los carotenoides a la actividad vitamínica se considera la mitad de la anterior. Aunque la contribución de la b-criptoxantina se considera similar a la del a- carotene y la mitad de la del b-caroteno (IOM, 2001), según datos de recientes estudios, la biodisponbilidad de los ésteres de b-criptoxantina, la forma natural en la que se encuentra en las frutas, es mayor que la de la b-criptoxantina libre (ej. Burri et al., 2011). Los objetivos de esta presentación son: a) exponer la metodología de los estudios de biodisponibilidad en humanos y ejemplos con algunos de los principales contribuyentes de la dieta; b) estimar la biodisponibilidad aparente de los tres carotenoides provitamínicos. Desarrollo: Los métodos para valorar la biodisponibilidad in vivo aportan datos relativos respecto a dosis / cantidades de referencia o control, pero no absolutos. Se valora mediante estudios a corto plazo (dosis única, estudios farmacocinéticos) o a largo plazo (dosis múltiples). Entre las limitaciones que tienen estos estudios, están la presencia de concentraciones endógenas, el extenso metabolismo y el, en muchos casos, insuficiente conocimiento de las cinéticas de recambio y excreción. La biodisponibilidad puede valorarse por medio de ensayos in vivo o in vitro (digestión celular, in silico), que aportan información complementaria, pero no necesariamente intercambiable (Granado et al., 2007). Los modelos in vitro deben ser validados para cada tipo de carotenoide y para tipo de alimento dado que hay diversos factores que pueden influir en los resultados. Se asume que a-caroteno y b-criptoxantina contribuyen en la misma proporción y que ambos tienen la mitad del factor de bioconversion del b-caroteno basado en su rendimiento teórico. Sin embargo, la b-criptoxantina, la xantofila provitamina A más importante de la dieta, aportada por frutas rojas/anaranjado, parece ser más eficientemente absorbida que los carotenos (ej. b-caroteno).Un enfoque a la valoración de la biodisponibilidad es calcular la biodisponibilidad aparente, para lo cual, la concentración del cada carotenoide en sangre (como indicador de la capacidad de absorción y de retención corporal de los carotenoides) se divide por su cantidad en ingesta. Los carotenoides pueden romper su molécula en la mucosa intestinal y también en otros tejidos, por tanto, cuanto mayor sea el valor de la biodisponibiidad aparente, se puede considerar que tiene un mayor capacidad de conversión en retinol. Conclusiones: El conocimiento del contenido individualizado y biodisponibilidad de los carotenoides en alimentos permitiría una valoración más adecuada de la ingesta de vitamina-A para facilitar intervenciones en salud pública más eficientes y mejorar el desarrollo de alimentos funcionales. La biodisponibilidad aparente de α-caroteno y de β-criptoxantina son diferentes y parecen ser mayores que las de β-caroteno. Por tanto, el uso de los RAE podría infraestimar la contribución de dos de los tres principales carotenoides provitamínicos de la dieta. Referencias: Burri B, Chang J, Neidlinger T. Br J Nutr 2011;105: 212-219. Granado-Lorencio F, Olmedilla-Alonso B, et al. Food Chem 2007;102: 641-648. Institute of Medicine (IOM). Dietary reference intakes for vitamin A, Washington DC: National Academy Press; 2001. Maiani G, Periago- Castón MJ, et al., Mol Nut Food Res 2009; 53: S194-S218. WHO/FAO Expert Consultation Report. 2002. Human Vitamin and Mineral Requirements. Rome: WHO/FAO. http://www.fao.org/docrep/004/Y2809E/y2809e00.htm.