El papel de la diversidad genética en nutrición y políticas públicas

Obesidad: genética o ambiente?

Elizabeth Tejero

Instituto Nacional de Medicina Genómica, México D.F., México

Introducción: El rápido aumento de la prevalencia de la obesidad en el mundo ha incentivado el desarrollo de la investigación que se realiza sobre los mecanismos asociados a esta enfermedad, y los factores genéticos han sido ampliamente estudiados a través de múltiples estrategias, que incluyen estudios en gemelos, abordajes de genes candidatos, estudios de ligamiento, estudios de asociación de genoma completo, etc. Es importante diferenciar las formas comunes de la obesidad de las raras, que se asocian a variaciones genéticas de muy baja frecuencia. Entre éstas se encuentran alteraciones cromosómicas que presentan sobrepeso u obesidad como parte de su fenotipo, y también se han caracterizado formas monogénicas de obesidad. En estos casos, la obesidad generalmente aparece en etapas muy tempranas de la vida y se puede acompañar de diversas alteraciones. Por otra parte, los estudios de heredabilidad de la obesidad común y fenotipos relacionados con ella, muestran que del 40 al 70% de la variación del índice de masa corporal (IMC) es atribuible a factores genéticos. Por otra parte, existe amplia evidencia de cambios en el estilo de vida que favorecen el desarrollo de la obesidad. Estos incluyen modificaciones en las características de la alimentación, actividad física, y exposición a una amplia variedad de substancias potencialmente obesogénicas. Desarrollo: Se analizaron los resultados de investigaciones públicadas acerca de la contribución de factores genéticos y ambientales en la obesidad. Se identificaron las asociaciones entre los factores genéticos asociados a la obesidad y fenotipos relacionados en diferentes poblaciones, y las vías metabólicas que se ven afectadas. Conclusiones: Los distintos estudios realizados hasta la fecha indican que la obesidad es una enfermedad compleja, poligénica y fenotípicamente divers a.Las investigaciones acerca del componente genético han permitido identificar variantes asociadas a la obesidad común en numerosos genes. El tamaño del efecto de las variantes es discreto. Varios de los genes identificados se expresan en el sistema nervioso, y existe amplia evidencia del papel de este tejido en la regulación del metabolismo energético. Solo un pequeño porcentaje de la heredabilidad del IMC es atribuible a las variantes genéticas conocidas, y algunos expertos proponen que este valor de heredabilidad tiende a sobreestimarse; lo cual podría implicar mayor contribución de los factores no genéticos. Las vías metabólicas que se han asociado al riesgo de presentar obesidad son las involucradas en la regulación del hambre y la saciedad, adipogénesis, metabolismo de lípidos e hidratos de carbono y vías inflamatorias. Se ha discutido la necesidad de analizar fenotipos más específicos que los tradicionalmente estudiados (IMC, circunferencia de cintura, etc). Se requiere desarrollar métodos para analizar los efectos de las interacciones gen-gen y gen-factores ambientales. Con respecto a factores ambientales diferentes de la alimentación y la actividad física, existen datos de interés acerca de su contribución a la obesidad, pero que requieren de mayor investigación.