Compuestos bioactivos: de la evidencia científica a las alegaciones de salud en la publicidad y etiquetado

Evaluación de la evidencia científica de los efectos saludables de los compuestos bioactivos de los alimentos

Angel Gil, Belén Pastor-Villaescusa, Óscar Daniel Rangel-Huerta, Concepcion M. Aguilera

Universidad de Granada. Granada, España

Introducción. Numerosos estudios epidemiológicos han asociado el consumo de diferentes tipos de dieta con la prevención del desarrollo de enfermedades crónicas, lo que se ha atribuido a la presencia de determinados compuestos bioactivos (CBA). Se considera CBA de un alimento a aquel que aporta un beneficio para la salud más allá de los atribuidos usualmente a los nutrientes Los CBA son derivados de azúcares, lípidos y aminoácidos y muchos de ellos han sido aislados y caracterizados químicamente. Estos compuestos son metabolitos secundarios de las plantas; sin embargo, se pueden encontrar en alimentos de origen animal, al igual que en bacterias y hongos. Se encuentran de forma natural en la dieta y, contrariamente a las vitaminas y los minerales, no son esenciales para el crecimiento y el desarrollo. Los CBA pueden afectar varios procesos biológicos, teniendo por lo tanto impacto sobre funciones del organismo y sobre nuestra salud. La actividad más conocida y estudiada de los CBA es su capacidad antioxidante; además, estos compuestos presentan actividad anti-inflamatoria y pueden actuar como reguladores de genes implicados en procesos inflamatorios, neurodegenerativos y cancerígenos, entre otros. La mayor parte de la evidencia de los efectos beneficiosos de los CBA proviene de estudios in vitro o en animales in vivo, mientras que el número de estudios realizados en humanos es escaso. Estudiar los efectos de los CBA aislados es de gran utilidad para determinar su mecanismo de acción, sin embargo, es bien conocido que la biodisponibilidad de los mismos es diferente cuando se ingieren puros, que cuando se consumen dentro de su matriz original; en este caso se debe tener en cuenta que en un mismo alimento varios CBA pueden interactuar o ejercer un efecto sinérgico. Desarrollo. Los compuestos fenólicos, constituyen una de las familias más numerosas y ampliamente distribuidas en el reino vegetal, con más de 8.000 estructuras actualmente conocidas. Forman parte de un grupo muy heterogéneo, comprenden desde simples moléculas, como el ácido fenólico, hasta compuestos altamente polimerizados como los taninos. En general, son productos secundarios del metabolismo de las plantas y suelen ser en parte, los responsables del color, aroma y sabor de los alimentos que los contienen. Los ácidos fenólicos, flavonoides, estilbenos y lignanos son los polifenoles más abundantes en plantas, de los cuales flavonoides y ácidos fenólicos forman parte, respectivamente, del 60% y 30% del total de polifenoles ingeridos con la dieta. El interés de estos compuestos ha surgido debido a estudios nutricionales de consumo de compuestos fenólicos que muestran efectos sobre el tratamiento y/o prevención de varias patologías, entre ellas, obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares (ECV) y neurodegenerativas. Sus propiedades biológicas, entre las que destacan sus actividades anti-inflamatorias, antioxidantes y la capacidad de quelar a diversos metales, están estrechamente relacionadas con su estructura química. En una revisión sistemática reciente sobre la eficacia de los compuestos fenólicos en las ECV se han seleccionado 72 artículos correspondientes a estudios aleatorizados llevados a cabo en humanos. La evidencia disponible indica que ciertos polifenoles, como los flavonoles, contribuyen a la disminución de factores de riesgo de la ECV, aunque es necesario disponer de más estudios controlados con el tamaño apropiado para muchos de los compuestos fenólicos a los que se atribuyen propiedades funcionales. Por otra parte, la ingesta durante un largo periodo de tiempo de las catequinas del té reduce la obesidad inducida por la dieta, tanto en ratones como en humanos. Se sabe que las catequinas activan la AMPK, una quinasa que está implicada en el control del metabolismo energético tanto a nivel celular como del organismo completo. La activación de la AMPK inhibe el proceso de diferenciación de los adipocitos y la expresión de moléculas lipogénicas, como la ácido graso sintasa, acetil-CoA carboxilesterasa y el PPARy. Igualmente, tienen la capacidad de atenuar los síntomas asociados al síndrome metabólico, pero no se conocen con exactitud los mecanismos moleculares responsables. Existen otros CBA derivados de hidratos de carbono, lípidos y compuestos nuitrogenados y azufrados que parecen ejercer acciones metabólicas y pueden contribuir a la prevención de ECV. En una revisión sistemática reciente llevada a cabo por nuestro grupo se ha puesto de manifiesto que las evidencias científicas disponibles para hacer recomendaciones de ingesta de estos compuestos es pequeña. No obstante, algunos compuestos tales como beta-glucanos, ciertos esteroles de plantas y algunos derivados aliáceos pueden ayudar a disminuir los factores de riesgo de las ECV. En particular, los compuestos azufrados de las aliáceas presentan actividad antitrombótica, antiagregante, hipolipemiante e hipotensora, entre otras, ejerciendo una protección frente al desarrollo de ECV. Aunque también, se conocen otras funciones importantes como su actividad anticancerígena, antioxidante, hipoglucemiante, antimicrobiana, antimicótica e inmunomoduladora. Conclusiones. El consumo regular de numerosos CBA procedentes de plantas, dentro del contexto general de la dieta, puede contribuir a la disminución de factores de riesgo de ciertas enfermedades crónicas, especialmente ECV, pero se necesitan estudios controlados y aleatorizados con tamaños muestrales apropiados para establecer los rangos de ingesta y las dosis efectivas. Referencias.Muñoz-Quezada S, Olza J, Gómez- Llorente C. Compuestos bioactivos de los alimentos de origen vegetal. En: Gil A (ed). Tratado de Nutrición. Vol II. Ed. Médica Panamericana, Madrid 2010. Martínez-Augustin O, Aguilera CM, Gil-Campos M, Sánchez de Medina F, Gil A. Bioactive anti-obesity food components. Int J Vitam Nutr Res 2012; 82:148-156. Pastor-Villaescusa B, Rangel-Huerta OD, Aguilera CM, Gil A. A systematic review of the efficacy of bioactive compounds in cardiovascular disease: Carbohydrates, active lipids and nitrogen compounds. Ann Nutr Metab 2015; 66:168–181. Rangel-Huerta OD, Pastor-Villaescusa B, Aguilera CM, Gil A. A systematic review of the efficacy of bioactive compounds in cardiovascular disease: Phenolic compounds. Nutrients 2015; (in press) doi:10.3390/ nu70x000x.